sábado, 31 de mayo de 2014

LA IMPORTANCIA DE MANTENER EL ORDEN EN EL SALÓN DE CLASES

 
 
 
LA IMPORTANCIA DE MANTENER EL ORDEN EN EL SALÓN DE CLASES
 
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Mantener el orden en el salón de clases es sumamente importante porque es el espacio donde diariamente se vive, pues esta es nuestra segunda casa donde pasamos parte de las horas de nuestra vida, por lo que es de suma importancia poder mantener no sólo el orden de las cosas sino también la disciplina por parte de las personas que ocupamos dicho espacio.

Lograr mantener el orden en una tarea difícil para los docentes, porque se enfrenta ante la desobediencia de los alumnos, la indiferencia, el descuido, y desde luego las sanciones a los alumnos por lo que esto en vez de generar un ambiente sano se vuelve más pesado según sea el caso. Siendo estas actitudes que desfavorecen el objetivo principal.




El orden en el salón de clases es importante porque si se mantiene el orden y disciplina el ambiente de trabajo será fructífero, por lo que a continuación se dan aquí algunas sugerencias de como lograr dicho orden y su importancia.

 

1. Dejar claro desde el principio cuál es el rol de cada uno.

El profesor es el profesor y el alumno es el alumno. Podrán llevarse bien, pero el maestro nunca debe olvidar cuál es su papel. Para ahondar en su carácter de educador y potenciar su autoridad, el profesor debe evitar en todo momento el ‘colegueo’ con los alumnos, ya que ello podrá jugar en su contra si llega el momento de amonestar al alumno por alguna razón. Esto no significa que el maestro no pueda charlar amigablemente con la clase, pero sí que nunca debe hacerse en calidad de amigo, como si se tratara de uno más del grupo.

2. Establecer unas normas desde el principio.
Es preciso hacer saber a la clase desde un primer momento que existen unas normas que deben seguirse, y que su incumplimiento acarreará una serie de consecuencias. Es bueno que esta normativa se establezca con la colaboración de toda la clase, así los alumnos se sentirán más implicados y es más probable que sigan las normas. Una buena idea en este sentido es elegir un delegado de clase que sirva como un nexo entre las demandas del alumnado y el profesor. Así, los alumnos sentirán que se escucha lo que tienen que decir.
3. Fomentar la horizontalidad de las relaciones.
No cabe duda de que hay que dejar bien definida la autoridad del profesor desde el principio, pero esto no quita que éste no deba escuchar lo que tienen que decir los alumnos. Un joven que siente que no se le tiene en cuenta y que no se escucha lo que tiene que decir es un joven enfadado, y con toda la razón del mundo. Un profesor debe de ser capaz de transmitir a sus alumnos la sensación de que pueden contar con él para resolver sus problemas académicos y de que pueden transmitirle sus quejas sin temor a ser reprendidos por ello, y debe ser capaz de hacer esto sin que su autoridad se ponga en entredicho. Puede ser difícil, pero al fin y al cabo, es la responsabilidad del maestro.
4. Las amonestaciones.
Amonestar a un alumno puede convertirse en un auténtico reto para un profesor, ya que puede suceder que el primero no considere justo el castigo que se le está imponiendo y ‘plante cara’ al docente. En estas situaciones es fundamental evitar el enfrentamiento directo con el alumno, puede que éste aproveche la ocasión para hacerse el ‘machito’ y destacar delante de sus compañeros. Si el profesor ve que su autoridad no está siendo respetada, lo mejor es que acuda a una instancia superior del centro educativo, como por ejemplo el jefe de estudios o el director. El profesor tiene la potestad de sancionar las faltas leves y graves de los alumnos, ya sea por medio de una amonestación por escrito, expulsando al alumno de clase o retirándole, si procediera, un aparato electrónico hasta la finalización de la jornada. Es importante que aplique estos castigos sin dudar, ya que cualquier ápice de duda será interpretado por el alumno como una señal de la debilidad del profesor y aprovechado en su contra. El apoyo de la dirección al profesorado resulta vital en este sentido.
Como docentes en ocasiones nos encontramos con un alumnos que funge el papel del alumno gracioso, bromista, en el que debemos trabajar para quitar ese tipo de conductas que sólo sirven para generar desorden con el resto de sus compañeros.
Es un hecho: en todas las clases hay un ‘graciosillo’ que planta cara al profesor y que desafía su autoridad. Tratar con este tipo de alumnos supone otro gran reto para los docentes. La clave está en no responder al alumno, en no darle la oportunidad de humillar al profesor. Este tipo de comportamientos se refuerza a base de las risas del resto de compañeros, por lo que entrar en una discusión abierta con un alumno que desafía a un profesor sólo conseguirá que lo rete una y otra vez. Lo mejor es hacer caso omiso de los comentarios del alumno. ‘El mejor desprecio es el no aprecio’ dice el dicho, y en estas situaciones se convierte en una gran verdad. Nuevamente, el profesor deberá hacer uso de su autoridad, aplicando el castigo que corresponda sin dudarlo. También resulta útil poner en conocimiento de los padres y de la dirección del colegio el comportamiento del alumno.
Otra dificultad que se debe dejar en claro es involucrar a los padres de familia para que ellos orienten a sus hijos para mantener un buen comportamiento en clases, ahora bien ¿Qué papel deben jugar los padres?
El colegio es un espacio en el que los jóvenes deben aprender a funcionar y convivir en sociedad sin la ayuda de sus padres, y como tal, tiene una gran importancia en el seno de la sociedad. Sin embargo, implicar a los padres en el proceso educativo de sus hijos puede ser una buena idea, especialmente si se está ante un alumno conflictivo. Hacerles llegar las amonestaciones por escrito de su hijo o concertar citas con ellos hará que los padres estén al tanto de lo que ocurre en el colegio y de que se impliquen en su formación escolar.
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EL MANEJO DEL CONTROL DE GRUPO UN EXITO DE LA PRACTICA DOCENTE

Existen diferentes formas para lograr el control y manejo de un grupo en el salón de clases. Para tener éxito hay que saber dirigir una clase, adaptar el estilo del profesor a la misma, tomar en cuenta la edad de los alumnos, su origen étnico y nivel socio-cultural, así como la “personalidad” de la clase como grupo y la tuya como profesor.

Mantener el orden en clase es una de las tareas más difíciles que enfrentan los profesores, sobretodo los jóvenes con poca experiencia. Sin embargo, es primordial para lograr buenos resultados en el aprendizaje.
Esta labor se ha dificultado aún más en las últimas décadas, ya que la actitud de los alumnos hacia las personas con autoridad ha cambiado dramáticamente.

Algunos de los cambios en nuestra sociedad así como en la actitud de los alumnos han sido positivos y han servido para incrementar la auto-confianza y seguridad en los propios estudiantes.

Lo anterior ha hecho que el manejo de los estudiantes dentro del salón de clases y en la vida escolar en general, sea más difícil y más demandante para aquellos que están a cargo de mantener un ambiente de aprendizaje positivo.

Afortunadamente, una gran cantidad de conductas o comportamientos negativos en la clase pueden ser aligerados antes de que se conviertan en problemas serios de disciplina. El éxito en este sentido depende principalmente de la habilidad del profesor para emplear prácticas organizacionales efectivas. Estas prácticas son clave en el proceso de enseñanza y son esenciales para establecer y mantener el orden y control de la clase

LA IMPORTANCIA DE MANTENER EL SALÓN LIMPIO

El salón de clases, sí ese pequeño lugar en donde convivimos más de treinta alumnos puede ser nuestro peor castigo o el mejor sitio que podríamos compartir, claro, esto depende de cada uno de los jóvenes que ahí nos encontramos. A que me refiero con esto; al hecho de decir que este pequeño lugar puede ser un “infierno” para nosotros o un gran “paraíso”” y todo depende de la manera en la que nos desenvolvemos y la forma en que lo mantenemos limpio.

Desde mi punto de vista, el salón de clases es un lugar que nos sirve para convivir y es nuestro espacio de trabajo en el que nos preparamos para ser alguien importante en la vida. Para que un salón o cualquier otro lugar se mantengan limpios y ordenados se deben seguir distintas reglas o normas que nos ayudan a tener un excelente desempeño como ciudadanos; además de los valores que son la base fundamental de la moral de cada uno de nosotros.

Los valores fundamentales que debemos de desarrollar nosotros como alumnos dentro del salón de clases son: responsabilidad, higiene, respeto

HERRAMIENTAS PARA MANTENER LA DISCIPLINA EN EL SALÓN


Manejar un grupo de alumnos no es tarea fácil. Sin embargo la disciplina en el salón de clases desempeña un papel importantísimo en dos aspectos:
1) el proceso enseñanza-aprendizaje y
2) la relación alumno-docente.
Por ello es importante que cuentes con estrategias que te ayuden a fomentar la disciplina, pero que al mismo tiempo contribuyan a establecer relaciones positivas con tus alumnos.
A continuación te brindamos algunas herramientas que te ayudarán a cumplir con estos objetivos:

1. Aprende a regular tus emociones:
Cuando nos enfretamos a situaciones problemáticas dentro del salón de clases, inevitablemente surgen emociones que nos impulsan a reaccionar de determinada forma. Muchas de esas acciones, guiadas por nuestras emociones, no son las más adecuadas para detener el problema.

Cuando aprendes a controlar tus emociones, como el enojo o la ansiedad, eres capaz de tomar acciones más efectivas y congruentes a la situación, que cuando reaccionas emocionalmente.

Por lo tanto uno de los primeros pasos para hacer frente a los problemas en el salón de clases es ‘calmar’ tu ansiedad y las respuestas reactivas impulsadas por esta emoción. De esta manera lograras establecer límites eficaces y actuar con confianza durante tu clase.

2. Elaboren juntos un reglamento dentro del aula escolar:
Las expectativas de conducta permiten guiar el comportamiento de los niños. Por esta razón es importante que ellos conozcan y entiendan lo que se espera de ellos.

Para ello es imprescindible que desde el principio del año escolar establezcan un reglamento que guie su conducta durante todo el año. Intercambiar ideas con ellos e invitarlos a participar en la elaboración de estas normas y las consecuencias que conlleva el quebrantarlas marcará una diferencia con tus alumnos, ya que se sentirán involucrados y comprometidos con su comportamiento.

Una recomendación al momento de establecer estas reglas es que sean claras, concisas y se redacten de forma positiva, por ejemplo, en lugar de plantear “No hablar mientras el maestro explica”, indicar “Levantar la mano para participar”.

3. Destaca las conductas positivas de tus alumnos:
En la mayoría de las ocasiones nos abocamos a dirigir nuestra atención en las conductas inapropiadas de nuestros alumnos y tendemos a pasar desapercibidos aquellos comportamientos positivos.

Para que tus alumnos identifiquen cuál es un comportamiento adecuado dentro del salón de clases es fundamental que destaques sus conductas positivas. Hazles saber que te gustó la manera en que se comportaron. Esto ayudará a reforzar estas conductas e incrementarlas.

Cuando esto suceda evita el uso de palabras como “Vaya, hasta que hiciste tu tarea”, “Ya era tiempo de que levantaras la mano para participar”, “Por fin te mantuviste quieto en tu lugar”. En vez de ello usa frases como “Buen trabajo”, “Me gusta la forma en la que estás participando el día de hoy”, “Realizaste un buen trabajo en tu tarea”.
Recuerda: Halaga el buen comportamiento de tus alumnos.
4. Sé consistente y constante:
Uno de los aspectos esenciales en la aplicación de consecuencias y normas en el salón de clases es la constancia y la consistencia. Es común que al comienzo de la aplicación de estas reglas seas firme y las emplees con regularidad. Sin embargo, con el tiempo dejamos de aplicar muchas de las técnicas que nos habíamos trazado, o somos inconstantes en su aplicación.

Cuando esto sucede, tus alumnos aprenden que sea cual sea el comportamiento que presenten no existe una consecuencia clara, o si es que la hay no se aplica igual todas las veces, por tanto aquellas conductas inapropiadas muy probablemente se repetirán una y otra vez.
Incluye instrucciones y consecuencias congruentes a la situación, que sean claras y firmes, que no quepa lugar a duda en tus alumnos acerca de lo que deben o no hacer. Por ejemplo, en lugar de decir: “Cállate” indica, “Juanito, deja de platicar con Arturo”.

Si eres firme y consistente en la aplicación de las normas establecidas enseñas a tus alumnos, ellos sabrán que hay consecuencias bien definidas para cualquier tipo de conducta. Recuerda ser consistente en la aplicación de consecuencias tanto para conductas inaceptables, como para aquellas deseables o positivas.

5. Aprende a negociar con tus alumnos:
Cuando entras en conflicto con alguno de tus alumnos puede resultar beneficioso, en muchas ocasiones, llevar a cabo un proceso de negociación con ellos. Esto con el fin de hallar una solución aceptable por ambas partes.

Por supuesto debes estar dispuesto a escuchar a tu alumno y aceptar compromisos junto con él. Ayúdale a comprender que algunas cosas no son negociables, pero que pueden manejarse de distinta forma. Por ejemplo: “Terminar tu trabajo no es una opción, lo que si podemos elegir es qué actividad podemos hacer después de que cumplas con tu trabajo”.
Además de contribuir a mantener el orden, esta herramienta te ayudará a mantener relaciones positivas con tus alumnos.

6. Conoce a tus alumnos:
Aprende sus nombres, conoce sus habilidades, sus gustos, sus características y necesidades propias de la etapa de desarrollo en las que se encuentran. El tener este conocimiento facilitará la comunicación entre ustedes. Además, te ayudará a realizar actividades de aprendizaje adecuadas a su edad y que llamen su atención.

El uso de estas y otras herramientas te ayudará a crear un ambiente propicio para el aprendizaje y al mismo tiempo tener un mejor control del orden dentro del salón de clases. Asimismo te ayudará a disfrutar más de tu ejercicio profesional y a disminuir tu nivel de estrés.
 
 
 
 
Mantener un aula en orden es importante para mantener un ambiente de aprendizaje tranquilo, tanto para los estudiantes como para el maestro. Hay muchas cuestiones a considerar e implementar cuando se trata del orden en el aula, tales como la limpieza y la disciplina. Mantener el orden en clases no sólo facilitará tu trabajo, sino que también hará más efectivo el aprendizaje de los estudiantes.
                   
  1. Haz una lista de reglas para el comportamiento general en el aula. Las reglas pueden ser tales como no hablar mientras lo hace el maestro, mantener limpias las zonas de aprendizaje, respetar al resto de los estudiantes y no gritar ni chillar. Escribe tu lista sobre una cartulina grande y publícala en el aula para que los estudiantes recuerden cuál debe ser su comportamiento.
  2. Haz un plano del aula para demostrar cómo se ubicarán los pupitres y dónde se colocarán los suministros de aprendizaje y las estaciones. Esto incluye hacer un mapa que indique dónde podrán los estudiantes colocar sus mochilas, donde se mantendrán los libros y otras herramientas de aprendizaje y la disposición de los pupitres alrededor del aula que los estudiantes deben respetar
  3. Establece un sistema de recompensas que coincida con la rutina de disciplina. Esto les dará a los estudiantes un incentivo para comportarse como corresponde. Por ejemplo, podrías decir que los estudiantes sin marcas de disciplina al fin de la semana recibirán tiempo libre adicional o un pequeño premio..                                                             
Haz una lista de reglas para el comportamiento general en el aula. Las reglas pueden ser tales como no hablar mientras lo hace el maestro, mantener limpias las zonas de aprendizaje, respetar al resto de los estudiantes y no gritar ni chillar. Escribe tu lista sobre una cartulina grande y publícala en el aula para que los estudiantes recuerden cuál debe ser su comportamiento.
                                           


 
 

 
 
 
 
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PARA LOGRAR UNA BUENA DISCIPLINA ES NECESARIO QUE LOS DOCENTES UTILICEN LAS ESTRETEGIAS NECESARIAS Y QUE FAVOREZCAN GENERAR EL ORDEN, PARA EVITAR CAER EN LA DESESPERACIÓN, LA REVISTA "EDUCARNOS" RN COLABORACIÓN CON BLANCA ESTELA HERNÁNDEZ CABRERA, ESTUDIANTE DE SEMINARIO DE TESIS DE LA MAESTRÍA EN INNOVACIÓN EN LA ESCUELA UNIVERSIDAD PEDAGOGÍCA NACIONAL, SUB UNIDAD 111 IRAPUATO, NOS PRESENTA ALGUNAS ESTRATEGIAS DE ACTIVIDADES LUDICAS PARA OBTENER LO PLANTEADO DESDE UN INICIO.
 
 
 
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COMO ES BIEN CONOCIDO, SE SABE QUE CADA DOCENTE TIENE MANERAS DISTINTAS DE DESARROLLAR SUS CLASES AUNQUE TENGAN EL MISMO PROGRAMA SU MANERA DE TRABAJAR ES DISTINTA, ES POR ELLO QUE AHORA SE LES PIDE QUE, ASÍ COMO LA PROFESORA BLANCA ESTELA HERNÁNDEZ CABRERA HA CONTRIBUIDO A DAR A CONOCER ALGUNAS ESTRATEGIAS QUE HA LLEVADO A CABO PARA MANTENER UN BUEN ORDEN EN SU AULA, AHORA SE LES PIDE SU COLABORACIÓN COMO DOCENTES FRENTE A GRUPO QUE SON Y COMENTEN QUE ESTRATEGIAS HAN LLEVADO A CABO Y QUE LES HAN SIDO FUNCINALES.

 
"COLABORACIÓN CON MAESTROS POR EL ODEN Y DISCIPLINA EN NUESTRAS AULAS"